Nombre científico: (Saccharum officinarum)
Nombre común: caña de azúcar, conocida con otros nombres
como caña de castilla, caña dulce, cañaduz, cañamelar, cañamiel y Sa-Kar
Familia: Poaceae
Origen: Sureste Asiático (India)
Variedades:
H32 – 8560, H37 – 1933, H38 – 2915, H39 – 5803, H44 – 3098, etc.
Periodo Vegetativo:
El primer corte se realiza a los 12 meses; Duración del cultivo: 5 - 6
años
Requerimientos
Climáticos
Esta especie es
típica de los climas tropicales y puede producirse hasta los 35 grados latitud
norte y sur, se desempeña mejor en altitudes que van desde 0 a 1,000 metros
sobre el nivel del mar, aunque los rendimientos obtenibles hasta 1500 metros
son económicamente aceptables. Se desempeña bien con una temperatura media de
24 C, además de una precipitación anual de 1500 mm bien distribuidos durante su
ciclo de crecimiento. Cuando las temperaturas de la noche y del día son
uniformes, la caña no cesa de crecer y en sus tejidos siempre habrá un alto
porcentaje de azúcares reductores. Las variaciones de temperatura superiores a
8 C son muy importantes en la fase de maduración, porque ayudan a formar y a
retener la sacarosa. A mayor radiación solar, habrá mayor actividad
fotosintética y mayor translocación de los carbohidratos de las hojas al tallo,
produciendo tonelajes más altos de azúcar en la fábrica (Sánchez, 1982;
Buenaventura, 1990; citados por Peña, 1997).
Tipos de
Suelos
El suelo es
el medio para el crecimiento de la planta. Proporciona nutrimentos, agua y
anclaje a las plantas en crecimiento. La manutención de condiciones físicas,
químicas y biológicas adecuadas en el suelo, es necesaria para lograr mayor
crecimiento, rendimiento y calidad de la caña de azúcar. La caña de azúcar
puede ser cultivada exitosamente en diversos tipos de suelo, desde los arenosos
a los franco-arcillosos y arcillosos
Las
condiciones edáficas ideales para el cultivo de la caña de azúcar son: suelo
bien drenado, profundo, franco, con una densidad aparente de 1.1 a 1.2 g/cm3 (1.3 - 1.4 g/ cm3 en suelos arenosos), con un adecuado
equilibrio entre los poros de distintos tamaños, con porosidad total superior
al 50%; una capa freática debajo de 1.5 a 2 m de profundidad y una capacidad de
retención de la humedad disponible del 15% o superior (cm3 de agua por cm3 de suelo) junto a las climáticas constituyen
la base para el desarrollo del cultivo.
El pH óptimo del suelo es
cercano a 6.5, pero la caña de azúcar puede tolerar un rango considerable de
acidez y alcalinidad del suelo. Por esta razón se cultiva caña de azúcar en
suelos con pH entre 5.0 y 8.5. El encalado es necesario cuando el pH es
inferior a 5.0, y la aplicación de yeso es necesaria cuando el pH sobrepasa
9.5. Las infestaciones por nematodos ocurren naturalmente en suelos muy
arenosos (Barbieri, 1993). Por otra parte, Arreola et al. (2004)
Plantearon que para producir una tonelada de tallos molederos, el cultivo de
caña de azúcar (Saccharum officinarum) requiere de 1.2 kg de N, 0.7 kg
de P y 3.0 kg de K, por lo cual es considerado un cultivo extractivo; además,
se ha detectado que sólo 30% del N del fertilizante es utilizado por el cultivo
de la caña de azúcar
Requerimientos
Nutricionales del Cultivo
Las plantas absorben los elementos minerales de las proximidades de la
raíz, no obstante la presencia de un elemento en particular en un cultivo
determinado no es una prueba para considerarlo esencial para el desarrollo de
dicho cultivo. Existen dieciséis elementos esenciales para la caña de azúcar:
el carbono, hidrogeno y oxigeno no son minerales y la planta los toma del
bióxido de carbono y del agua.
Macronutrientes:
·
Nitrógeno
·
Fosforo
·
Potasio
·
Calcio
·
Magnesio y azufre
Deficiencia de Nitrógeno: se manifiesta por la
presencia de una coloración verde amarilla, especialmente en las hojas
inferiores, cuando la deficiencia es severa, las puntas de las hojas se secan y
este secamiento avanza hasta la parte media de la hoja por la nervadura central.
Se observa también escaso desarrollo de las cepas y escaso número de tallos por
metro lineal.
·
Control de deficiencia: las fuentes de nitrógeno más utilizadas son la
Urea (46% N), el sulfato de amonio (21% N),
el amoniaco anhidro (82% N) y el fosfato diamónico o DAP (18% N y 20% P)
Deficiencia de Fosforo: reduce el macollamiento y
el desarrollo de la planta, a la vez que origina raíces anormales de color
marrón.
·
Control de deficiencia: las fuentes comerciales de fosforo más
utilizadas son: el superfosfato triple (20% P y 14% Ca), el fosfato diamónico o
DAP (20% P y 18% N) y la roca fosfórica
(9.6% P y 28% Ca) esta última se aplica en suelos fuertemente ácidos.
También se utilizan la cachaza y “cenichaza”, dos fuentes orgánicas de fosforo
que contienen además otros elementos mayores y menores.
Deficiencia de Potasio: las plantas que crecen en
suelos deficientes en potasio presentan baja actividad fotosintética y son
susceptibles a enfermedades y a estrés por sequía, los síntomas por deficiencia
de potasio en la caña de azúcar se manifiestan como un marcado amarillento en
las hojas, especialmente en el ápice y
los márgenes, que terminan con el necrosa-miento de las áreas afectadas. En las
hojas más viejas aparecen con frecuencia puntos cloróticos de color carmelita
con el centro necrótico que puede invadir toda la lámina foliar.
·
Control de deficiencia: el cloruro de potasio (KCL) y el sulfato de
potasio (K2SO4) son las fuentes comerciales de potasio más conocidas; sin
embargo la primera es de uso casi generalizado en los ingenios azucareros. Este
nutrimento se aplica en el fondo del surco inmediatamente antes de la siembra.
Deficiencia de Calcio: se manifiestan en la
aparición, en las hojas más viejas, de manchas cloróticas pequeñas con la parte
central necrosada que se tornan de color rojizo oscuro, la intensidad de las
manchas aumentan con la edad de las hojas y pueden unirse hasta formar áreas
necróticas. Las hojas jóvenes con deficiencia de calcio se vuelven cloróticas y
extremadamente débiles. La planta se debilita y su desarrollo se retarda. En
consecuencia, los tallos presentan un diámetro reducido son más delgados hacia
el área de crecimiento y su corteza es suave. Cuando la deficiencia de calcio
es severa, el desarrollo dela planta se detiene y muere.
·
Control de deficiencia: las fuentes más comunes de calcio son el
carbonato; las cales agrícolas, viva, apagada y dolomita, las escorias Thomas y
las rocas fosfóricas con alto contenido de carbonato de calcio. Cuando estas
fuentes se utilizan como enmiendas se aplican a voleo y se incorporan al suelo
un mes antes de la siembra.
Deficiencia de Magnesio: los síntomas de la deficiencia de magnesio son
parecidos a los del calcio. En las hojas más viejas aparecen pequeñas manchas
cloróticas que después se tornan café-oscuro. Estas manchas se en forma
uniforme sobre la superficie de la hoja y cuando se unen le da una apariencia
mohosa. Los tallos son delgados, sus entrenudos cortos y en el interior toma
una coloración marrón. El desarrollo del sistema radical se restringe.
·
Control de deficiencia: las fuentes más comunes de magnesio son: El
sulfato de magnesio, el sulfato de magnesio y potasio (Sulfomag) y la cal
dolomítica. Debido al alto costo relativo del sulfato de magnesio, su
aplicación en la plantilla debe ser localizada en el fondo del surco, mientras
que en las socas se debe aplicar en bandas e incorporado en el suelo.
Deficiencia de Azufre: este nutrimento influye
en la formación de la clorofila, aunque no es un constituyente de ella. Las
plantas deficientes en azufre presentan un color verde-pálido a amarillo. Los
síntomas de la deficiencia en la caña de azúcar aparecen, inicialmente, en las
hojas jóvenes y al avanzar esta se forman manchas cloróticas irregulares dispuestas
paralelamente a las nervaduras. En estados avanzados de deficiencia, las hojas
se tornan de color purpura, especialmente en sus márgenes, lo cual indica
acumulación de carbohidratos y formación de antocianinas, normalmente las hojas
más viejas permanecen verdes.
·
Control de deficiencia: las fuentes de azufre más comunes son azufre
elemental, sulfato de amonio, sulfato de potasio, superfosfato simple y sulfato
de calcio y magnesio (yeso), este último al igual que el S elemental, se
utilizan como enmienda para desplazar al sodio intercambiable en suelos
sódicos, mientras que los dos primeros son las fuentes más utilizadas como
fertilizantes.
Los micronutrientes son:
·
Boro
·
cinc
·
Cloro
·
Cobre
·
Hierro
·
Manganeso
·
Molibdeno
·
Estos últimos aunque son
necesarios para el normal desarrollo de la planta, se requieren en cantidades
muy pequeñas.
PRINCIPALES
FUNCIONES DE LOS MICRONUTRIMENTOS EN LAS ACTIVIDADES FISIOLOGICAS DE LA PLANTA
MICRONUTRIMENTO
|
ACTIVIDAD FISIOLOGICA DE
LA PLANTA
|
Boro
|
Transporte de azúcar a través
de las membranas celulares, mitótica
|
Cloro
|
Fotosíntesis
|
Cobre
|
Fotosíntesis, resistencia
a plagas y enfermedades, actividad de las enzimas
|
Hierro
|
Actividad de las enzimas,
transporte de electrones, metabolismo de ácidos nucleicos, síntesis de clorofila
y fotosíntesis
|
Manganeso
|
Actividad enzimática y
fotosíntesis
|
Molibdeno
|
Asimilación de nitrógeno
|
cinc
|
Metabolismo de auxinas,
uso del agua, actividad enzimática y crecimiento celular.
|
FUENTE: Kanwar y Youngdahl,
1985; López, 1992; Malvolta, 1992; Price et al; 1972.
Síntomas por
deficiencias Nutricionales.
La deficiencia de Boro en la planta se manifiesta por el
escaso desarrollo epical, debido a su inmovilidad dentro de la planta. Los
entrenudos se tornan cortos, las hojas detienen su desarrollo, se deforman y
aparecen dispuestas en racimos como si emergieran de un mismo punto; las láminas
foliares presentan parches cloróticos intervenales que se convierten en manchas
necróticas al aumentar la edad del cultivo, también pueden aparecer estrías
cloróticas intervenales que se necrosan y al desprenderse el tejido rasgado,
aparece con hendiduras alargadas en forma de escalera.
La deficiencia de Cloro en la planta es difícil de identificar,
ya que la cantidad que requiere es muy baja y, en la mayoría de los casos, es
suministrada por el agua durante las lluvias. Por lo tanto para estudiar los
síntomas de deficiencia de este nutrimento en la caña de azúcar, caracterizados
por la presencia de hojas alargadas y una clorosis moderada en las hojas
nuevas.
Las deficiencias de Cobre son frecuentes en suelos que han
recibido altas aplicaciones de abonos orgánicos, estas deficiencias se
manifiestan por una aparente marchitez de las hojas, debido al debilitamiento
de las paredes celulares, que no debe relacionarse con el estrés por falta de
agua, la deficiencia de cobre se presenta como una clorosis general de las
hojas nuevas, cuyas punta se tornan de una coloración blanquecina, en algunos casos
aparece una constricción en las hojas nuevas que las colapsa.
La deficiencia de Hierro es frecuente en suelos calcáreos
y se manifiesta en las hojas jóvenes como rayas cloróticas que alternan con el
color verde de las nervaduras. Cuando la deficiencia se acentúa la hojas más
jóvenes toman una coloración blanquecina, mientras que las hojas inferiores
presentan una coloración verde-amarillenta. Generalmente la clorosis por
deficiencia de hierro se presenta en parches irregulares en plantaciones de 3 a
4 meses de edad.
Las fuentes más utilizadas
de este nutrimento son los sulfatos, los quelatos y el óxido de hierro, los
cuales se aplican en el surco inmediatamente antes de plantar el material.
Cuando el hierro disponible en el suelo es bajo especialmente cuando el pH es
muy alto, se pueden aplicar quelatos en forma foliar para evitar su deficiencia
en la planta.
Manganeso: la disponibilidad de este
micronutriente disminuye con las aplicaciones de abonos orgánicos en el suelo,
aunque no forma compuestos definidos, los síntomas de deficiencia de manganeso
en la planta se presentan como bandas oscuras a lo largo de las nervaduras que
se alternan con bandas verde-amarillentas, estos síntomas se distinguen de las
ocasionadas por la deficiencia de hierro, porque estas últimas bandas aparecen
en la parte media de las hojas jóvenes y se prolongan hacia el ápice. En casos
muy severos de deficiencia de manganeso las áreas verde-amarillentas se tornan
grises o blancuzcas.
La deficiencia de Molibdeno
en la caña de azúcar se presenta como un blanqueado y chamusquina de los
márgenes de las hojas medias, especialmente de la parte terminal;
posteriormente esta hojas se marchitan y se doblan. Inicialmente la deficiencia
se manifiesta en las hojas más viejas en forma de pequeñas estrías cloróticas,
en estado más avanzado el tejido central de las estrías toma una coloración
violácea y necrosa.
Los compuestos más
utilizados como fuentes de molibdeno son el molibdato de sodio y el molibdato
de amonio.
La deficiencia de Cinc en la caña de azúcar se
caracteriza por la presencia de entrenudos cortos, reducción de la lámina
foliar en la base de las hojas y formación de macollas cortas y débiles. Las
hojas en la parte media muestran rayas cloróticas o necróticas, los síntomas
aparecen en las hojas jóvenes, sus nervaduras se vuelven cloróticas y presentan
estrías no simétricas, pero el tejido intervenal permanece verde. Cuando la
deficiencia es severa, el limbo de la hoja se torna clorótico, con excepción de
dos fajas situadas a cada lado de la nervadura principal.
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